Durabilidad e innovación en un solo paso
El etiquetado en molde (IML) es una técnica de etiquetado avanzada en la que la etiqueta se convierte en parte integral del producto de plástico ya durante la producción. En lugar de pegarla posteriormente, la etiqueta se coloca en un molde y el plástico fundido (la mayoría de las veces polipropileno) se fusiona con él. El resultado es un producto en el que el envase y la etiqueta están totalmente integrados, sin necesidad de decoración posterior.
Aunque el principio básico es el mismo, la técnica IML se adapta a diferentes procesos de producción. Por eso existen diferentes técnicas de fabricación IML, dependiendo de los requisitos específicos.





Ventajas de la tecnología IML
Las etiquetas IML ofrecen ventajas significativas sobre los métodos tradicionales:
Durabilidad
A diferencia de las etiquetas autoadhesivas que pueden desprenderse o dañarse, la etiqueta IML es resistente a arañazos, grietas y arrugas. Resiste el lavado en lavavajillas, temperaturas extremas y exposición a productos químicos.
Respeto al medio ambiente
El embalaje y la etiqueta están hechos del mismo material, lo que permite un reciclaje fácil y completo de todo el producto.
Rentabilidad y eficiencia
La combinación de los procesos de formación y etiquetado en un solo paso reduce el tiempo de producción y los costes generales.
Estética
Permite una impresión de alta calidad sobre toda la superficie del producto, con diferentes acabados como el brillante, mate o el efecto metálico, asegurando una impresión visual superior.
Debido a su excepcional durabilidad y amplia aplicación, las etiquetas IML representan una solución ideal para productos que requieren un etiquetado duradero, visualmente atractivo y fiable.
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